AgroMex: Cuando la tecnología da superpoderes al campo

En México, la IA ya mejora rendimientos, reduce desperdicios y optimiza insumos. Sin embargo, brechas de conectividad y formación limitan su expansión. La clave: alianzas entre gobierno, empresas y universidades.

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Según una nota publicada por El Economista (Diego López, 19/06/2025), apenas el 15% del agro mexicano utiliza inteligencia artificial (IA), pero los resultados empiezan a ser visibles: mejoras de hasta 15% en productividad, ahorro de agua por millones de metros cúbicos y reducción de riesgos alimentarios del 34%. La agricultura 4.0 ya no es una promesa, sino una realidad incipiente que enfrenta desafíos estructurales.

La necesidad es clara: para 2050, se espera que México supere los 150 millones de habitantes, lo que implica un aumento del 70% en la demanda de alimentos. Frente a esta presión demográfica y climática, herramientas como el mapeo predictivo de plagas, el riego de precisión y los sensores inteligentes podrían marcar la diferencia.

En el desierto de Chihuahua, productores de nogal usan IA para dosificar el agua. En Baja California, plataformas como FieldView permiten mapear rendimientos y mejorar la eficiencia. En paralelo, la industria alimentaria nacional —que ya supera el billón de pesos— aprovecha modelos predictivos para reducir el desperdicio y detectar patógenos con precisión.

Desde GloCal, donde seguimos de cerca los procesos de innovación en agroindustria, destacamos el testimonio de Pablo Barbuto, director de QCS, quien advierte: “La IA no reemplaza, potencia. El verdadero reto es formar líderes capaces de trabajar con desarrolladores y generar soluciones concretas”.

Casos como AgroScan en Jalisco o Rurusi en la Sierra Tarahumara muestran que los jóvenes también están innovando desde el territorio. Pero no todo es avance: la falta de conectividad y la brecha generacional limitan la adopción. Un ejemplo elocuente: en Ensenada, un campo tuvo que desactivar sensores por falta de red 5G.

El modelo mexicano tiene oportunidades si se replican casos exitosos y se construyen alianzas sólidas entre Estado, universidades y empresas. Como concluye la nota de El Economista: “La tecnología no reemplaza al agricultor, le da superpoderes”.

Fuente: Diego López para El Economista (https://www.eleconomista.com.mx/bistronomie/15-agro-mexicano-inteligencia-artificial-produccion-alimentos-20250619-764272.html)