Córdoba de la educación y la industria
Con más de 100 inscriptos de 31 localidades, comenzó en septiembre el Trayecto Del Taller a la Fábrica, diseñado por la CIM, con aval del Ministerio de Educación y el acompañamiento de la UNRC. Una comunidad docente que aprende de sus propias prácticas.
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Septiembre es un mes cargado de símbolos. Mientras la provincia celebra el Día de la Industria y rinde homenaje a los educadores, también se puso en marcha el Trayecto Pedagógico Del Taller a la Fábrica, una experiencia inédita que ya reúne a más de 100 docentes de 31 localidades cordobesas.
El trayecto fue diseñado por la Cámara de Industriales Metalúrgicos de Río Cuarto, cuenta con el aval del Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba y el acompañamiento institucional de la Universidad Nacional de Río Cuarto. No es un detalle menor: detrás de cada inscripción hay un taller, una escuela técnica, un grupo de jóvenes y una comunidad que se prepara para el futuro.
Lo que distingue a esta propuesta es su espíritu de comunidad. Más que un curso, se trata de un espacio vivo, donde los docentes comparten saberes y problematizan sus prácticas en diálogo con los desafíos productivos del presente. La modalidad híbrida —con instancias virtuales asincrónicas y un taller presencial final— fue pensada para adaptarse a los tiempos de quienes enseñan, sin perder la riqueza del encuentro cara a cara.
El inicio fue prometedor. Desde las primeras actividades virtuales se sintió la energía de quienes buscan innovar y hacer posible otra escuela: una escuela que aprenda de sí misma, que se atreva a cambiar, que reconozca la importancia de tender puentes entre educación y trabajo. En un contexto de cambios tecnológicos y sociales acelerados, este trayecto invita a mirar el aula-taller no como un espacio aislado, sino como parte de un territorio más amplio donde la fábrica, la comunidad y los estudiantes se encuentran.
La diversidad geográfica de los participantes refuerza ese horizonte: desde las grandes ciudades industriales hasta los pueblos más pequeños, todos se reconocen en la misma búsqueda. La educación técnica, tantas veces subestimada, aparece aquí como un factor estratégico de desarrollo, como el corazón de una Córdoba que sabe que el futuro depende tanto de la producción como del conocimiento.
En este septiembre que une industria y educación, el Trayecto Del Taller a la Fábrica se convierte en una señal clara: cuando las instituciones trabajan juntas, cuando los docentes se animan a innovar y cuando el territorio se organiza, la escuela posible deja de ser un deseo para convertirse en una realidad en construcción.