Del Taller a la Fábrica: voces que construyen futuro
Con un formato híbrido que combina encuentros virtuales y presenciales, el trayecto Del Taller a la Fábrica busca escuchar a los docentes técnicos, recuperar sus experiencias y tejer comunidad entre educación y producción. Una continuidad de la investigación “Educación y Mercado Laboral”.
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En una fábrica local, el eco de las máquinas se mezcla con las voces de las docentes que graban sus clases. Entre herramientas, bancos de trabajo y pizarras improvisadas, se respira un clima distinto: no es solo un taller de producción, es también un aula donde se comparte conocimiento y experiencia. Allí, el Trayecto Pedagógico Del Taller a la Fábrica cobra vida con un gesto simple y profundo: poner a las y los docentes en el centro de la escena.
La propuesta, impulsada por la Cámara de Industriales Metalúrgicos de Río Cuarto, busca algo más que transmitir contenidos. Se trata de escuchar, reconocer y proyectar las valiosas experiencias que cada profesor trae desde su taller. De ese modo, el trayecto se convierte en un espacio donde la educación técnica dialoga de igual a igual con el sector productivo, construyendo una comunidad de aprendizaje que trasciende las paredes de la escuela y de la fábrica.
En palabras de sus impulsores, Del Taller a la Fábrica es un puente vivo que une dos mundos inseparables: la formación de las nuevas generaciones y el desarrollo de la industria regional.
–¿Por qué impulsaron este trayecto?
Ezequiel Podversic: Nació de escuchar a los propios docentes. Venimos de publicar el libro Educación y Mercado Laboral, donde pusimos en valor la voz de los estudiantes. Ahora quisimos dar un paso más: abrir un espacio de formación que tenga a los profesores como protagonistas. Porque son ellos quienes, en cada taller, sostienen la escuela y forman a nuestros futuros trabajadores e innovadores.
–¿Qué distingue a la propuesta?
Delia Cavallini: Lo primero es el formato híbrido. Sabemos que los tiempos de los docentes son complejos, por eso combinamos clases asincrónicas con talleres presenciales. Pero lo más importante es que no es una capacitación unidireccional: se trata de formar una comunidad de aprendizaje, donde la experiencia de cada profesor en el aula-taller es escuchada y puesta en diálogo con las demandas del sector productivo.
–¿Cómo se conecta con la industria?
Podversic: La industria no puede quedarse al margen de la educación técnica. Este trayecto nos permite encontrarnos con los docentes en un plano distinto, más humano y reflexivo. Nos ayuda a comprender la enorme tarea que realizan y, al mismo tiempo, a asumir nuestra responsabilidad como empresarios de acompañar esa formación.
–¿Qué esperan lograr hacia adelante?
Cavallini: Que este sea el inicio de una política sostenida. La investigación que dio origen al libro nos mostró que escuchar transforma. Hoy queremos consolidar esa práctica: que docentes y empresarios puedan construir juntos un horizonte de desarrollo para nuestra región.
–En definitiva, ¿qué significa tender este puente?
Podversich: Significa futuro. Y ese futuro se construye con algo tan simple y tan potente como escuchar, aprender y trabajar juntos.