Educación Técnica y Mercado de Trabajo: Claves para el Desarrollo
El mercado laboral de Río Cuarto presenta características singulares que requieren un análisis más allá de los números.
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El mercado laboral de Río Cuarto presenta características singulares que requieren un análisis más allá de los números. Con una población económicamente activa de más de 86 mil personas y una tasa de desempleo del 3% a fines del primer trimestre de 2024, la ciudad ha sostenido niveles relativamente altos de empleo. Sin embargo, las dinámicas laborales actuales plantean desafíos estructurales que deben ser abordados con una estrategia integral.
Más allá de las estadísticas, es fundamental analizar las trayectorias laborales de los riocuartenses, las oportunidades de desarrollo y las particularidades de cada sector. Un mito recurrente en el debate sobre empleo es la idea de que con más oficios y educación se resuelven los problemas del mercado laboral. Si bien la formación es clave, el verdadero desafío radica en la articulación efectiva entre educación técnica y demandas del mercado.
Río Cuarto enfrenta dos desafíos estructurales. Por un lado, la alta tasa de ocupación genera un déficit de mano de obra en sectores especializados y calificados, lo que subraya la necesidad de políticas de orientación laboral alineadas con el desarrollo de mercados emergentes. Por otro lado, los bajos salarios afectan tanto a empleados en relación de dependencia como a cuentapropistas, evidenciando una economía tensionada entre la falta de poder adquisitivo y la dificultad de las empresas para sostener costos salariales.
Si bien las estadísticas muestran una relación clara entre nivel educativo y nivel de ingresos, las nuevas generaciones cuestionan este paradigma, impulsadas por narrativas de éxito en sectores como el software, los unicornios tecnológicos y las inversiones financieras. Sin embargo, en un contexto de recesión, la falta de calificación laboral tiende a profundizar el empleo precario, el subempleo y la baja profesionalización, afectando tanto a las empresas como a los trabajadores informales.
Para maximizar la productividad del capital humano y mejorar la competitividad empresarial, es necesario fortalecer el vínculo entre educación técnica y mercado de trabajo. Esto implica pensar en proyectos de vida, trayectorias educativas y laborales articuladas con formación en competencias relevantes para los mercados emergentes.
En este sentido, el diálogo sobre educación técnica y empleo debe centrarse en construir herramientas efectivas para la inserción laboral y el desarrollo de sectores estratégicos. Precisamente, esta fue la temática abordada en un conversatorio virtual realizado recientemente con referentes y empresarios, donde quedó en claro que el sueño del desarrollo laboral está intrínsecamente ligado al sueño industrial.