Efecto Trump: una nueva guerra comercial

En el llamado “Día de la Libertad”, Donald Trump relanzó su cruzada arancelaria global con impacto inmediato en los mercados y en la geopolítica del comercio

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En el llamado “Día de la Libertad”, Donald Trump relanzó su cruzada arancelaria global con impacto inmediato en los mercados y en la geopolítica del comercio. China y la Unión Europea contraatacan, mientras Javier Milei celebra el giro proteccionista y propone alinear la política argentina a la nueva agenda estadounidense. ¿Estamos ante un nuevo orden económico mundial?

La reciente escalada en la guerra comercial, impulsada por las políticas arancelarias del presidente estadounidense Donald Trump, ha generado una ola de incertidumbre en la economía global.

El 2 de abril de 2025, Trump eligió su simbólico “Día de la Libertad Económica” para anunciar un arancel general del 10% a todas las importaciones, con excepciones para Canadá y México. Pero el golpe mayor fue para dos gigantes: un 34% adicional para China y un 20% para productos provenientes de la Unión Europea. El objetivo declarado: proteger la industria estadounidense y revertir el déficit comercial.

La respuesta no tardó en llegar. China replicó con aranceles espejo del 34% para todos los productos estadounidenses, mientras la UE, aunque más moderada, planteó eliminar los aranceles industriales internos y abrir un frente diplomático contra Washington.

El impacto se sintió de inmediato: el FTSE-100 de Londres cayó 4,38%, el Nasdaq registró su peor jornada del año y Tesla —emblema del nuevo capitalismo productivo— perdió 32 mil millones de dólares en capitalización bursátil. Elon Musk fue una de las voces más críticas, reclamando el fin de los aranceles entre EE.UU. y Europa y promoviendo una zona de libre comercio.

En América Latina, la reacción fue desigual. La presidenta mexicana Claudia Sheinbaum evitó una confrontación directa, mientras en Argentina, Javier Milei sorprendió al respaldar abiertamente la medida. Desde Estados Unidos, donde participaba en un foro libertario, Milei anunció su intención de “alinear la normativa comercial argentina” con los nuevos lineamientos de la Casa Blanca.

Economistas advierten sobre el riesgo de estanflación: crecimiento estancado con inflación alta, alimentado por una guerra comercial prolongada. El refugio en bonos del Tesoro estadounidense y la caída de tasas reflejan el nerviosismo de los inversores ante un eventual colapso del orden multilateral del comercio.

El anuncio de Trump no es solo una medida económica: es una señal política. Marca el regreso a un mundo de bloques y tensiones bilaterales. En ese escenario, América Latina, y especialmente Argentina, deberá decidir si apuesta por integrarse al nuevo proteccionismo o si preserva sus alianzas globales. El futuro del comercio no se juega solo en cifras: se juega en decisiones estratégicas.