Estudiantes y Profesores Comprometidos
En el marco del ciclo especial de entrevistas por el 54° aniversario de la Universidad Nacional de Río Cuarto, GloCal dialoga con Rosendo Liboa, decano de la Facultad de Agronomía y Veterinaria.
SOCIAL
GloCal


En el marco del ciclo especial de entrevistas por el 54° aniversario de la Universidad Nacional de Río Cuarto, GloCal dialoga con Rosendo Liboa, decano de la Facultad de Agronomía y Veterinaria. En una conversación íntima y reflexiva, Liboa traza un recorrido por su trayectoria profesional y comparte una mirada profunda sobre los desafíos de la educación pública. Con énfasis en tres ejes —territorio, producción y desarrollo—, el decano reivindica el compromiso de la universidad con su comunidad, la construcción de conocimiento situado y la internacionalización como horizonte. Desde la investigación, la extensión y la docencia, defiende una universidad activa, con sentido público, tecnológicamente integrada y con los pies en el territorio.
Trayectoria situada
Mi nombre completo es Rosendo Aníbal Liboa. Soy médico veterinario, me recibí en esta universidad, en la Facultad de Agronomía y Veterinaria. Cursé estudios en la Universidad de Concepción en Chile, donde obtuve el título de magíster en Ciencias Veterinarias con mención en Higiene y Tecnología de los Alimentos. A partir de allí, dividí mi tiempo entre la docencia y la investigación, con una dedicación semi exclusiva, y también me desarrollé en la actividad privada. Fui director de Bromatología de la ciudad de Río Cuarto y director de un organismo intermunicipal de bromatología. Además, asesoré a municipios y empresas alimentarias, siempre en el ámbito de los alimentos para humanos. Ese es, en modo sintético, mi desarrollo profesional.
Perfil institucional y oferta académica
La Facultad de Agronomía y Veterinaria cuenta actualmente con tres carreras principales: Ingeniería Agronómica, Medicina Veterinaria y la Tecnicatura en Ciencias Agropecuarias y Agroalimentarias. Además, ofrece una decena de carreras de posgrado, incluyendo doctorados, maestrías, especialidades y diplomaturas superiores. Es una facultad tradicional dentro de la UNRC, existente desde los inicios mismos de la universidad. Actualmente reúne un entorno académico con alrededor de 3.900 estudiantes. De ellos, unos 2.500 cursan Medicina Veterinaria, alrededor de 1.150 Ingeniería Agronómica, y más de 200 la Tecnicatura en Ciencias Agropecuarias y Agroalimentarias.
Es importante destacar que la Facultad tiene una fuerte proyección nacional. El 63% de sus estudiantes provienen de la provincia de Córdoba —en especial de los cuatro departamentos del sur provincial— mientras que el 37% restante se distribuye por casi todas las provincias argentinas. Mendoza y San Luis aportan alrededor del 7%, San Juan y Jujuy el 5%, y hay presencia menor, pero significativa, desde muchas otras provincias.
Esta diversidad territorial también se ve reflejada en el perfil académico: hay grupos de investigación con larga trayectoria y fuerte inserción en el medio. La Facultad tiene gran presencia en áreas clave como la agroalimentación, la sanidad animal y vegetal, la producción, y la seguridad alimentaria.
Contamos con un instituto de doble dependencia entre la UNRC y el CONICET: el Instituto de Ciencia Veterinaria, que funciona en nuestra sede. Desde allí se producen patentes, publicaciones científicas en revistas internacionales, y una activa articulación con el sistema científico y productivo.
Nuestra expectativa es seguir profundizando estos vínculos. El compromiso institucional es claro: fortalecer la presencia en el territorio, tanto en lo social como en lo productivo, articulando saberes, demandas y soluciones. Eso se expresa en la creciente cantidad de convenios, protocolos y servicios técnicos que prestamos al medio. Sabemos que sostener este grado de pertenencia con la comunidad es también una forma de garantizar la calidad educativa y la relevancia de nuestra Facultad.
Vinculación con el territorio y las problemáticas sociales
La Facultad articula con la Municipalidad para desarrollar estudios de temas del interior regional. Siempre lo hicimos así, y hoy más que nunca estamos empeñados en fortalecer el compromiso social y productivo con los sectores sociales y productivos de la región. Esto se expresa en la cantidad de vínculos que tenemos y que seguimos firmando constantemente.
Sobre la Tecnicatura en Gestión Agropecuaria y Agroalimentaria
La Tecnicatura, que se dicta en conjunto con Ciencias Económicas, ha sido muy interesante. Es una carrera más corta, lo que representa una oferta muy importante para estudiantes que buscan una inserción temprana. Las expectativas fueron buenas desde el principio, y hoy son aún mejores. En cada evento de Jornadas de Puertas Abiertas (JPA) o en encuentros con estudiantes de escuelas secundarias, podemos detectar el alto grado de interés por este tipo de carrera. Estoy muy esperanzado y creemos que se va a fortalecer mucho más con el tiempo.
Es importante destacar el potencial que tiene esta carrera para articular con el sector productivo, fundamentalmente con el agropecuario y agroalimentario. En ese camino estamos, por eso nuestras expectativas son tan positivas.
Vincular la producción académica con el desarrollo comunitario y la proyección global
Estamos convencidos de que una institución como nuestra Facultad debe tener una mirada global. No puede haber desarrollo local sin ese enfoque. Recuperamos el concepto de “pensar globalmente y actuar localmente”. Esa es nuestra premisa: pensar globalmente y actuar en la comunidad.
Hay intercambios de estudiantes y visitas académicas. La articulación con el mundo es fundamental para una universidad como la nuestra. Por eso debemos trabajar todos los días para crear condiciones que lo hagan posible.
Sobre las tensiones actuales en torno a lo público y la universidad
Aceptamos que hay una fuerte atención sobre la universidad pública frente a otras propuestas, incluso de educación privada. Estamos convencidos de la fortaleza y eficiencia de la universidad pública y trabajamos todos los días para demostrarlo.
Creemos que la mejor forma de hacerlo es promoviendo y fortaleciendo articulaciones con organizaciones del medio. Eso permite aportar soluciones desde la universidad, generar condiciones para formar los mejores profesionales y estar presentes cuando el medio lo necesita. La universidad pública es sostenida por el esfuerzo de todos. El camino es hacerlo con compromiso y sin dejar que las tensiones lesionen la calidad educativa.
Una visión para el futuro
Como una persona que está en los últimos años en la universidad, como es mi caso, el sueño es dejar una universidad activa, pujante, abierta, dinámica, innovadora. Que haga todo lo necesario para incorporar tecnología al servicio de la sociedad.
La universidad debe ser el faro para todas las enseñanzas, con estudiantes comprometidos, con profesores comprometidos con la educación pública. Esa es la única forma de sostenerla: con alto nivel de calidad en la enseñanza, pero fundamentalmente incorporando todos los recursos tecnológicos posibles, ahora y en el futuro, para estar a la altura de las circunstancias y ofrecer los profesionales que el medio seguramente va a necesitar.
Todo debe hacerse en articulación con los sectores sociales y productivos de la región y del país, con una universidad pública que dialogue con las necesidades reales.