Industrias creativas: cuando el arte se encuentra con la fábrica

La distinción legislativa a Gastón Liberto y Cecilia Castillo, sumada a su participación en la Jornada Industrial Blangino, abrió un debate clave: la convergencia entre industria y arte. Desde mosaicos que resignifican lo productivo hasta murales que viajan por el mundo, el cruce propone un nuevo horizonte: la cultura como política y el arte como motor de desarrollo.

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La cultura como política

En el Concejo Deliberante de Río Cuarto, Cecilia Castillo dejó una reflexión que trasciende el homenaje: “Hemos conseguido que Blangino haga mosaicos particulares de diseños de una línea de selección que tiene que ver con Río Cuarto y con los ríos de Córdoba. Hay cuatro diseños más y esto para mí en particular representa la industria”.

Castillo remarcó la importancia de fortalecer la articulación público-privada: “Estoy en el CECIS hace muchos años proyectando lo que es el trabajo y la articulación público-privada para el desarrollo de los artistas y la comunidad”.

El cierre de su intervención condensó un mensaje de proyección: “Hay muchos más Gastones en Río Cuarto y en Córdoba. Depende de nosotros buscar la manera para que hagan el recorrido y lleven nuestra cultura al mundo. La cultura es el mejor mecanismo, el más amigable para hacer política. La política cultural es una herramienta fantástica para llevar lo que somos al mundo y a la comunidad en su conjunto”.

El arte es urgente

Con su voz, Gastón Liberto sumó el componente humano y creativo: “Tuve la fortuna de tener profesores muy valiosos, que me enseñaron a volar, a crear. En el 2000 iniciamos con Julieta, mi compañera de viaje, una aventura: nos fuimos a Barcelona con 300 dólares, nos quedamos 12 años y volvimos con dos hijos. Desde Reducción vimos la fortuna que era nuestra cultura desde fuera y comenzamos a trabajar, muy contracorriente, con la cultura”.

Ese recorrido, que lo llevó a impulsar el proyecto internacional El Camino de D10S —una serie de murales sobre Diego Maradona en Villa Fiorito, Barcelona, Nápoles y Miami—, se enlaza con la idea de que el arte debe ser viable y sustentable: “Todo lo que hay detrás del trabajo artístico es autogestivo. Crear para que sea viable y rentable es fundamental. Por eso es muy importante el apoyo político, para que las políticas culturales puedan representarnos y llevar la sensibilidad del arte a la gente”.

En sus propias palabras: “El arte, más ahora que nunca, es urgente, es muy importante porque involucra los sentidos. Todos necesitamos expresarnos artísticamente”.

Desde mosaicos industriales en Córdoba hasta murales que recorren el mundo, la obra de Liberto transmite un mensaje común: el arte es urgente, necesario y profundamente transformador.