INGRAF - De Gutenberg a la IA

Una entrevista mano a mano con Germán Prieto, referente de la industria gráfica. Un sector que se encuentra en transformación y que sigue apostando al futuro. Ingraf, una empresa líder del sur de Córdoba que trabaja para todo el país con visión innovadora.

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Una entrevista mano a mano con Germán Prieto, referente de la industria gráfica. Un sector que se encuentra en transformación y que sigue apostando al futuro. Ingraf, una empresa líder del sur de Córdoba que trabaja para todo el país con visión innovadora.

El oficio, la sangre y la tinta

Corría 1951 cuando Florentino Prieto fundó en Río Cuarto la imprenta que marcaría a varias generaciones de su familia. El oficio venía desde antes: allá por 1918, siendo apenas un adolescente, Florentino había comenzado a trabajar en el rubro gráfico. "Mi abuelo empezó desde muy joven. En 1951 se independiza y crea la empresa, que después seguimos nosotros", cuenta Germán Prieto, tercera generación al mando de Ingraf.

Con el tiempo, los hijos de Florentino —Luis, Héctor y Gustavo— continuaron el legado. “Mi papá, Luis, era el más joven. Con el correr de los años, la empresa se dividió en ramas familiares, y en los 80 se fundó Ingraf, que es Grafing al revés”, detalla Germán. Hoy, Ingraf no solo es una imprenta: es una empresa que fabrica y comercializa tecnología para otras gráficas, abastece de insumos a todo el país y lidera procesos técnicos de impresión desde el sur cordobés.

Tecnología, territorio y pasión

Lejos de Buenos Aires o Córdoba capital, Ingraf apuesta al interior del interior. “Estar en Río Cuarto no es fácil. Tenés que tener mucho más stock, invertir en maquinaria, en tecnología. Pero eso nos obligó a profesionalizarnos, a diferenciarnos. Y eso se nota”, afirma Germán. Desde la impresión offset hasta la UV directa, pasando por láser, serigrafía, inyección y sublimación, la firma cubre un abanico de soluciones que va desde un apunte escolar hasta millones de estuches para marcas nacionales.

“Apostamos a tener tecnología, porque si no estás al día, quedás afuera”, dice. Con orgullo, recuerda que en 2012 fueron una de las primeras firmas de la región en incorporar equipamiento de última generación. “En estos años no paramos de capacitarnos. Ese es nuestro diferencial”.

Impresiones que no se borran

La transformación digital, la caída de ciertos segmentos tradicionales y la expansión de nuevos nichos no hicieron más que acelerar la necesidad de reconvertirse. “Antes era papel y cartón. Hoy también hacemos bolsas ecológicas, cartelería, merchandising, productos textiles… Todo se amplió. Hoy el 80% de nuestra facturación sigue siendo papel y cartulina, pero ya no es lo único”, explica.

A pesar del avance tecnológico, Germán sostiene que el corazón de Ingraf está en otro lado: en el vínculo humano. “Siempre tratamos de que el cliente se sienta en casa. Eso lo heredamos de mi viejo. Hoy todo está más distante, pero nosotros seguimos apostando a esa cercanía”.

Valores que se imprimen

Desde que Germán se sumó a la empresa, el compromiso fue total. “Le pongo muchas horas, mucha pasión. Me gusta lo que hago. Y eso se nota. La pasión y el compromiso son nuestras marcas”, dice. Con sus hermanos comparten ese impulso: estar al día con la tecnología, las capacitaciones y las exigencias del mercado.

“Lo que nos representa es eso: la pasión por lo que hacemos. Si te gusta y te comprometés, te profesionalizás, hacés las cosas bien y escuchás las críticas. Después viene la tecnología, los avances. Pero primero es la pasión”.

Río Cuarto como centro del país

Cuando se le pregunta por la elección de mantener la base en Río Cuarto, Germán no duda: “No lo veo como una ventaja. Es un desafío. Pero lo tomamos como una identidad. Desde acá abastecemos a todo el país. No competimos con Buenos Aires, sino desde otro lugar. El interior tiene mucho para dar”.

Y concluye: “Si tuviera que definir qué es Ingraf, diría que es un legado. Un legado que no se guarda: se imprime, se transforma y se proyecta todos los días”.