La Novedad

Aldo Calliera, empresario desarrollista, ganadero y apicultor, ha hecho de su recorrido una invitación a mirar la empresa como espacio de encuentro entre gestión y humanidad. Con La Novedad, su proyecto apícola inspirado en la Economía de Comunión, muestra que la competitividad no está reñida con la solidaridad ni con el triple impacto. Allí, el don se expresa en la apertura para que cualquiera pueda participar con una inversión accesible, y la necesidad se transforma en oportunidad cuando la miel llega a comedores comunitarios o cuando personas sin empleo encuentran en la venta un nuevo sustento. Su trayectoria encarna una forma distinta de emprender en Argentina, donde negocio y comunidad se abrazan para construir esperanza

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¿Cómo se organiza concretamente tu empresa bajo este modelo y qué resultados ha tenido?

Trabajo en varias empresas: una de parques industriales (sector inmobiliario), otra ganadera y una tercera que quiero destacar: La Novedad, una empresa de producción de miel creada desde cero con los principios de la EdC.

La Novedad funciona bajo la forma legal de un fideicomiso y hoy cuenta con unos 128 socios, un número que cambia cada mes porque está abierta a quien quiera participar. La inversión inicial para ingresar es baja (unos 120-130 dólares), lo que permite incluir a personas que normalmente no tendrían acceso al mundo empresarial.

La distribución de utilidades se realiza de la siguiente manera:

  • 50% se destina a becas para estudiantes en universidades que adhieren a la EdC.

  • 50% corresponde al dueño de la colmena, quien es libre de disponerlo, aunque es invitado a ayudar a personas cercanas que lo necesiten.

Hoy, gracias a este modelo, hay comedores comunitarios que incorporaron miel en su dieta y varias personas sin empleo que se convirtieron en vendedores de miel, generando ingresos.

Además, trabajamos junto a pequeños productores del monte, campesinos que muchas veces eran explotados por intermediarios que les pagaban precios muy bajos. Nosotros compramos su producción a precio de mercado y los ayudamos a mejorar su técnica. Así, la colaboración y la dignidad se transforman en pilares concretos.

¿Qué desafíos enfrentan las empresas de EdC en Argentina?

Los desafíos son los mismos que enfrenta cualquier empresa en el país: inestabilidad económica, inflación, dificultades de financiamiento, cambios en las reglas de juego. No estamos exentos de los problemas estructurales.

Quizás nuestro desafío específico es que, además de gestionar la empresa, buscamos difundir una cultura: contagiar la alegría y la esperanza que surge de tener un proyecto con ideales altos. Y esto no siempre es fácil. De hecho, necesitamos de la prensa, del periodismo y de la academia para contar mejor lo que hacemos.

Aun así, vemos con entusiasmo que la EdC despierta curiosidad, especialmente en el ámbito universitario. Cada año, por ejemplo, nos invitan a cátedras de economía para contar nuestra experiencia, y allí comprobamos que este ideal sigue siendo novedoso, inspirador y profundamente humano.