Logística a China

Desde Río Cuarto hasta Shanghai, el aceite de maní producido por Alimentos Santa Rosa forma parte del mapa agroalimentario global.

INDUSTRIA

GloCal

Desde Río Cuarto hasta Shanghai, el aceite de maní producido por Alimentos Santa Rosa forma parte del mapa agroalimentario global. La empresa, liderada por Gustavo Perlo, participa por primera vez en la feria SIAL, una de las plataformas más importantes del mundo para alimentos y bebidas. En esta entrevista exclusiva con GloCal, Perlo comparte la experiencia en el mercado asiático y una mirada estratégica sobre las oportunidades que ofrece la región para crecer en valor agregado y exportaciones.

¿Qué representa participar en la feria SIAL de Shanghai? ¿Qué objetivos se plantearon con esta experiencia?

Participar en la feria SIAL Shanghai significó la oportunidad de consolidar mercados. El objetivo fue encontrarse cara a cara con los clientes que ya están comprando y con potenciales nuevos compradores. El producto emblema es el aceite de maní, originario del sur de Córdoba, que se exporta en formato crudo y es refinado y embotellado en destino. China, gran consumidor de aceite vegetal, no alcanza a cubrir su demanda interna, por lo que compra excedentes a nivel mundial para completar su abastecimiento.

¿Qué tipo de mercados están observando en el mundo y hacia cuáles se orienta la empresa?

Actualmente se identifican dos mercados globales bien diferenciados: por un lado, el de commodities, caracterizado por grandes volúmenes y bajo valor agregado, especialmente destinado a nutrición animal; por otro lado, un mercado regulado y exigente, con mayores barreras de ingreso, pero orientado al consumo humano, con productos gourmet y de alto valor. Es en este segundo mercado donde una empresa mediana puede competir con más posibilidades, enfocándose en nichos que valoren atributos como la sustentabilidad, el cumplimiento de normas de calidad y el triple impacto. Estos mercados no se limitan a Asia: también existen en la Unión Europea y Estados Unidos.

¿Cómo evalúan la participación en la feria y la posibilidad de ganar competitividad en estos mercados?

El contacto directo con compradores permitió interactuar con empresas, visitar instalaciones productivas y conocer tecnologías de punta. Esto abrió la posibilidad de establecer acuerdos de cooperación para ganar competitividad y escalar capacidades productivas. Se identificaron equipos con buena relación costo-beneficio que podrían incorporarse localmente.

¿Participaron dentro de alguna misión comercial o con acompañamiento institucional?

La participación fue posible gracias al acompañamiento parcial de ProCórdoba. La misión tuvo un enfoque técnico-comercial, integrando al responsable comercial y al jefe de producción.

¿Cómo ven el potencial de Río Cuarto como plataforma agroindustrial con capacidad exportadora?

Desde la región hay oportunidades reales de crecer en exportaciones, siempre que se logre encontrar un nicho y superar los altos costos logísticos de acceder al puerto más cercano, que es Rosario. Esa desventaja geográfica obliga a agregar valor en origen. También hay ventajas para proyectar productos con bajo valor agregado hacia el oeste, hacia Chile, aunque esto se limita a ciertos volúmenes y productos.

La ciudad cuenta con universidades, infraestructura energética y economías regionales activas, condiciones que permiten transformar la producción primaria en bienes con valor agregado. Además, tiene la capacidad de atraer y retener talento, con una calidad de vida que permite a jóvenes y adultos desarrollarse sin necesidad de emigrar a grandes capitales, siempre que puedan acceder a expectativas razonables de desarrollo personal y laboral.

Sin embargo, la infraestructura logística es clave. Para facilitar la internacionalización de empresas, sería estratégico contar con una autopista que conecte directamente con los puertos, permitiendo el uso de bitrenes. Esta modalidad, ampliamente utilizada en Brasil, es ideal para regiones alejadas del mar sin acceso ferroviario adecuado.

Concretar la autopista de la Ruta Nacional 158, que conecta Río Cuarto con Villa María y, desde allí, con la Autopista Nacional 9 hasta Rosario, permitiría integrarse al corredor bioceánico. Esto reduciría significativamente los costos logísticos de la producción local.

Porque como se afirma desde la experiencia: “La logística mueve el mundo de los negocios, sobre todo el de los productos semiprocesados.”