Logística con mirada oriental.

Luis Barrios es director de la Licenciatura en Planificación Logística de la Universidad Nacional de Lanús. Recién llegado de una capacitación intensiva en China sobre logística en contextos críticos y resiliencia territorial, Barrios propone una visión estratégica: pensar la logística como una palanca para el desarrollo, la equidad y la competitividad sistémica.

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Luis Barrios es director de la Licenciatura en Planificación Logística de la Universidad Nacional de Lanús. Recién llegado de una capacitación intensiva en China sobre logística en contextos críticos y resiliencia territorial, Barrios propone una visión estratégica: pensar la logística como una palanca para el desarrollo, la equidad y la competitividad sistémica. En esta conversación con GloCal, comparte su mirada sobre el potencial y los dilemas que plantea el vínculo logístico con China para la Argentina.

Luis, venís de una experiencia formativa en China sobre logística en situaciones de desastre. ¿Qué aprendizajes clave te llevás de ese proceso y cómo creés que pueden aplicarse en el contexto argentino?

La verdad que fue una experiencia muy transformadora. Se pudo observar cómo el Estado chino está muy comprometido con los posibles desastres naturales. Una de las cosas más importantes que me traigo es la integración y la transferencia de tecnología de las universidades al Estado. Hay una articulación muy desarrollada entre investigación, ciencia y tecnología, que permite que grupos de investigadores y universidades aporten a problemáticas concretas. Eso les permite estar avanzados en términos de planeamiento estratégico.

Por ejemplo, en la Universidad de Nanjing tienen un complejo de varios metros cuadrados donde simulan desastres naturales para trabajar escenarios de respuesta. Esa articulación entre el Estado y el ámbito educativo me parece fundamental para anticiparse a los problemas. En definitiva, gestionar es prever.

¿Qué elementos del modelo logístico chino considerás transferibles al entramado productivo argentino para mejorar la competitividad sin perder soberanía?

Yo creo que en Argentina podemos generar herramientas que ayuden a la logística como estrategia para el desarrollo territorial. En China, por ejemplo, el planeamiento logístico está pensado como política de Estado: se crean infraestructuras que conectan ciudades con puertos, lo que facilita el desarrollo de la sociedad en su conjunto.

Eso no significa que no existan también las típicas ciudades colapsadas, pero hay una planificación más equilibrada y menos congestionada que lo que vemos en muchas ciudades del Sur Global, incluida la Argentina.

Desde tu experiencia, ¿cómo combina China la eficiencia logística con objetivos de bienestar colectivo? ¿Qué podemos aprender de esa integración para nuestras políticas públicas y empresariales?

China integra muy bien la tecnología al proceso logístico, desde sistemas de movilidad básicos hasta tecnologías de punta. Un ejemplo es el tren bala, pensado más allá de lo económico, con impacto directo en la calidad de vida de las personas.

Esa eficiencia está orientada al bienestar general. La clave es el planeamiento estratégico a largo plazo, con políticas públicas volcadas al desarrollo territorial. Eso es lo que marca, en mi opinión, una diferencia sustancial respecto de otros países del mundo: el largo plazo como política de Estado.

En estas semanas, Brasil reafirmó su liderazgo regional al cerrar acuerdos clave con China en la cumbre de la CELAC, mientras Argentina estuvo ausente. En términos logísticos y estratégicos, ¿cómo impacta esta diferencia de posicionamiento en la competitividad de ambos países y qué riesgos implica para nuestras pymes industriales?

Hoy la balanza comercial con China no es tan favorable como fue en otros momentos. Las condiciones de competitividad para los productos argentinos están muy limitadas. Competir con China se vuelve extremadamente difícil, casi imposible, en muchos sectores.

Las estructuras productivas locales necesitan más asistencia para generar valor agregado. Pero esos productos de mayor valor, hoy, no son competitivos frente a China, por múltiples factores internos. La mayoría se comercializa a nivel local. Lo que necesitamos es una política que asista a la matriz productiva nacional para que pueda dar el salto exportador con mayor competitividad.

Siempre se habla de China como el gran mercado al cual exportar, y más recientemente estamos en el boom de la importación. En ese ida y vuelta comercial, si tuvieras que definir una “logística para el bienestar”, ¿qué principios, decisiones o indicadores la distinguirían de una logística pensada solo para maximizar ganancias?

Yo creo que habría que profundizar en qué entendemos por "bienestar logístico". No se trata solo de eficiencia económica, sino de cómo esa logística contribuye al desarrollo equilibrado, a mejorar la calidad de vida y a conectar regiones olvidadas.

Una logística para el bienestar tiene que contemplar el desarrollo regional, el empleo, la sustentabilidad y la resiliencia. Y para eso necesitamos políticas públicas de fondo que no se definan solo desde los márgenes del comercio, sino desde un proyecto nacional. Ahí es donde China marca un rumbo del que podemos aprender.