Pensar 2040-2050: del campo a la agenda estratégica
El paso de Glocal por la 91ª Exposición Rural de Río Cuarto dejó más que stands y discursos. Con Gustavo Perlo, empresario y concejal, analizamos la importancia de proyectar una agenda productiva hacia 2040-2050 desde el territorio y sus instituciones.
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Más que visitantes y política
La 91ª edición de la Exposición Rural fue un espacio de encuentro, negocios y también de política. Pero lo que quedó en perspectiva fue la necesidad de pensar el futuro: ¿qué agenda requiere Río Cuarto para sostenerse como polo productivo regional en las próximas décadas?
La Agenda Estratégica
Desde la Comisión de Desarrollo Económico del Concejo Deliberante, Gustavo Perlo fue uno de los impulsores y creadores del conversatorio “Río Cuarto y Región 2040-50”. En conjunto con el Consejo Económico y Social, diseñó un espacio que no solo convocó a expertos, sino que logró instalar la pregunta por el largo plazo en la agenda local.
Además, Perlo fue el encargado de moderar el panel, tejiendo un diálogo profundo con los disertantes. La clave estuvo en traducir sus marcos teóricos —desde la planificación multidimensional de Jorge de Prada hasta la competitividad regional de Marcelo Jaluf y la geopolítica disruptiva de Marcelo Mosquera— hacia una bajada concreta en la realidad territorial.
Tres claves para pensar 2040-2050
El conversatorio permitió articular tres ejes conceptuales que funcionan como pilares de una agenda 2040-2050.
Planificación multidimensional: integrar poblamiento, infraestructura y agregado de valor en origen.
Competitividad regional: construir ecosistemas sostenibles bajo el modelo del Diamante de Porter.
Geopolítica disruptiva: anticipar riesgos y oportunidades en un mundo en transformación.
Estos aportes no quedaron en la abstracción, sino que fueron discutidos en clave territorial, buscando proyectar a Río Cuarto como un nodo de desarrollo con capacidad de innovar y resistir los vaivenes globales.
Territorio, competitividad y visión global
El conversatorio dejó planteado que el futuro no se construye solo con diagnósticos, sino con herramientas estratégicas aplicadas al territorio. Infraestructura y poblamiento, ecosistemas económicos sostenibles y anticipación geopolítica se convirtieron en los tres ejes que deben orientar a Río Cuarto y su región para pensar 2040-2050 con ambición y realismo.
“El desafío es simple de decir y complejo de ejecutar: que los marcos teóricos no se queden en las universidades o en los congresos, sino que se conviertan en políticas públicas y en decisiones empresariales. Solo así Río Cuarto va a tener un lugar en el mapa de 2040-2050”, concluyó Perlo al cierre de la charla.