Poner a la industria en el centro
El encuentro propuso pensar la competitividad desde una nueva mirada: integrar creatividad, comunicación y estrategia productiva para construir valor. Porque una industria que se sabe contar también puede crecer, atraer mercados y fortalecer el desarrollo regional
INDUSTRIA
GloCal


La escena tenía algo de laboratorio y algo de fogón. En un mismo espacio se mezclaban empresarios, creativos, comunicadores y técnicos; todos intentando descifrar un mismo misterio: cómo contar la industria sin que pierda su alma. No era una charla convencional, sino un experimento colectivo donde la palabra, la imagen y la producción se pusieron a trabajar juntas.
Hablemos un toque de industria nació como una invitación a mirar distinto. La Cámara de Industriales Metalúrgicos de Río Cuarto y el CECIS, junto a la Cooperativa Al Toque y GloCal, propusieron un encuentro para cruzar mundos: el de la fábrica y el del arte, el de la producción y el de la comunicación. La consigna era simple pero ambiciosa: volver a poner a la industria en el centro del relato público, pero con nuevos lenguajes, con emoción y con creatividad.
Cecilia Castillo presentó la alianza entre el artista plástico Gastón Liberto y la empresa Blangino, una experiencia que desarma fronteras entre el taller del artista y el de la fábrica. “Hay que apostar por una estrategia para crecer en sinergia con las industrias creativas, para narrar nuestro valor”, señaló, recordando que detrás de cada producto hay también una historia que puede inspirar y conectar con la sociedad.
El empresario y concejal Gustavo Perlo, presidente de la Comisión de Desarrollo Económico, aportó la mirada de planificación y largo plazo: “Debemos construir una visión estratégica para generar valor e impacto con una mirada de futuro”. Su reflexión apuntó a un desafío clave: que la competitividad no depende solo de inversión y tecnología, sino también de sentido, identidad y comunicación.
Ezequiel Podversic, referente del sector metalúrgico, cerró con un llamado a la acción: “Tenemos que animarnos a contar lo que sucede en la fábrica, a llegar a nuevos mercados. Este fue un espacio valioso para encontrar formas creativas de hacerlo juntos”.
Cuando la conversación terminó, quedó flotando una certeza: la industria no solo produce bienes, también produce futuro. Y ese futuro se construye cada vez que logramos conectar la innovación técnica con la imaginación colectiva.
