Producción que cuenta
El 6° Encuentro del Sector Audiovisual en Río Cuarto consolidó la apuesta regional por una industria cultural con identidad, articulación y proyección. Productores, académicos y autoridades compartieron saberes, diagnósticos y experiencias que fortalecen la trama audiovisual del sur cordobés.
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“Dos jóvenes sueñan con triunfar en su banda de cuarteto… pero una noche quedan atrapados en un crimen que no cometieron”. Así comienza la historia de La Zurda, la nueva película de Rosendo Ruiz, que sirvió como espejo y disparador narrativo del 6° Encuentro del Sector Audiovisual en Río Cuarto. El evento, celebrado el 21 de agosto en el Polo Científico Tecnológico y el Centro Cultural Leonardo Favio, fue una invitación a pensar la producción desde el territorio.
Convocado por la Mesa MIDA —espacio de articulación institucional que impulsa el desarrollo del sector audiovisual local—, el encuentro reunió a realizadores, productores, docentes, estudiantes y técnicos/as, consolidando un espacio que no solo debate, sino que teje vínculos concretos para la construcción de una industria audiovisual regional.
Uno de los momentos más destacados fue la presentación de los resultados del relevamiento sobre producción audiovisual en Río Cuarto entre 1983 y 2024, a cargo de la investigadora Ana Karen Grünig (ISTE-UNRC/CONICET). El estudio recuperó formatos, actores clave y transformaciones del ecosistema audiovisual riocuartense desde el retorno de la democracia. Más que una retrospectiva, el análisis ofreció insumos para proyectar políticas públicas y estrategias colectivas.
La segunda parte giró en torno al potencial de los clústers audiovisuales como herramientas de desarrollo. Marcelo Ortega, presidente de FILMANDES (Mendoza), compartió la experiencia de su provincia en la articulación público-privada-comunitaria para potenciar las industrias culturales. Junto a él, Julia Rotondi, referente del Clúster Audiovisual del Sur (CLASUR), destacó la necesidad de políticas sostenidas, acceso al financiamiento y formación continua para profesionalizar el sector.
El encuentro cerró con la proyección de La Zurda, con presencia del director. La sala colmada fue también una señal: hay un público ávido de relatos propios, de imágenes que expresen la voz de una región que no quiere solo consumir contenido, sino también producirlo.
Río Cuarto no solo fue anfitrión de un evento. Fue, otra vez, territorio de construcción colectiva, donde la industria cultural se piensa con mirada de futuro y sentido de comunidad