Recuperación en dos tiempos: las importaciones se recuperan a un ritmo mayor que la producción
Aunque la industria metalúrgica muestra señales de reactivación, la dinámica del comercio exterior revela una recuperación desbalanceada: desde junio de 2024, las importaciones de productos metalúrgicos crecen a una tasa promedio mensual del 7,2%, mientras que la producción local lo hace al 0,9%.
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La industria metalúrgica atraviesa una recuperación parcial, pero los datos del Informe de Actividad Metalúrgica – Febrero 2025, elaborado por el Departamento de Estudios Económicos de ADIMRA, marcan una alerta sobre el ritmo desigual del rebote económico. Mientras la producción metalúrgica creció 5,3% interanual y acumuló un avance del 3,9% en el primer bimestre del año, las importaciones escalan a un ritmo mucho más acelerado.
Desde junio del año pasado, las compras al exterior de productos metalúrgicos aumentan a un promedio mensual del 7,2%, superando ampliamente el ritmo de recuperación de la industria nacional, que avanza al 0,9%. Las importaciones ya se ubican un 62,5% por encima del mínimo alcanzado en 2024 y superan los 2.300 millones de dólares.
Motores del crecimiento: Maquinaria Agrícola y Carrocerías
Entre los sectores que traccionan la recuperación, sobresalen Maquinaria Agrícola y Carrocerías y Remolques. El primero exhibió un crecimiento interanual del 27,3%, impulsado por la demanda del sector agropecuario. En tanto, Carrocerías y Remolques registró una suba del 12,8%, consolidando la mejora iniciada en el último trimestre de 2024. Estos sectores no solo explican buena parte del rebote general, sino que también muestran un comportamiento más sostenido y robusto frente al resto del entramado productivo.


Los sectores que aún no despegan: Fundición y Autopartes
En el otro extremo, Fundición y Autopartes continúan en terreno negativo. La actividad de fundición cayó 14,1% interanual, profundizando una tendencia de contracción prolongada. Autopartes, por su parte, mostró una baja del 3,9%, afectada por la debilidad del sector automotor y la baja demanda de componentes. La persistente caída en estos rubros revela que la recuperación no es homogénea y que hay segmentos cuya reactivación aún parece lejana.
El repunte también se refleja en una mayor utilización de la capacidad instalada, que subió 2,8 puntos porcentuales en comparación con febrero de 2024. Sin embargo, el nivel de empleo cayó un 1,8% interanual, lo que pone en discusión la sostenibilidad del crecimiento en términos de generación de puestos de trabajo.
El análisis territorial señala que Santa Fe (+8,5%) y Córdoba (+7,4%) lideran la recuperación, especialmente por su vínculo con el sector agroindustrial. Aun así, el resto del país muestra avances más modestos.
El desafío estratégico: reactivar el sector de bienes de capital
Uno de los sectores que comienza a mostrar una leve recuperación es el de Bienes de Capital, con un crecimiento interanual del 1,7%. Si bien aún se encuentra lejos de los niveles óptimos, su reactivación es clave por su rol estructural en la economía. El sector representa un eslabón estratégico para fortalecer las capacidades científico-tecnológicas del país, impulsar el desarrollo de proveedores nacionales y aumentar el valor agregado industrial. Su fortalecimiento no solo es relevante para el entramado productivo local, sino también para avanzar hacia una industria más soberana, con mayor capacidad de innovación y menor dependencia del equipamiento importado.