Robustecer la Educación técnica, construir oportunidades.
El Día de la Educación Técnica es una oportunidad para reconocer a quienes construyen el futuro con sus manos y conocimientos.
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El Día de la Educación Técnica es una oportunidad para reconocer a quienes construyen el futuro con sus manos y conocimientos. Este espíritu quedó reflejado en la muestra educativa del Colegio Técnico Ambrosio Olmos y del Instituto Técnico Santa María Teresa Goretti, un espacio donde la innovación y el aprendizaje práctico fueron protagonistas.
El recorrido por estas instituciones, junto al presidente de la Cámara de Industriales Metalúrgicos Ezequiel Podversic, dejó en claro la necesidad de revisar permanentemente los planes de estudio y fortalecer el financiamiento educativo. Docentes y estudiantes coincidieron en un pedido esencial: aumentar las horas de taller para consolidar la práctica, que es el alma de la formación técnica.
Pero este recorrido no solo inspiró admiración, sino que también despertó una visión de futuro: imaginar una educación técnica que se convierta en un modelo de referencia, con talleres que no solo capaciten, sino que funcionen como laboratorios de innovación abierta. Espacios donde la creatividad de los jóvenes se vincule directamente con la industria y la tecnología.
En este sentido, la reflexión de Podversic resultó clave: “la articulación entre la educación técnica y la universidad es un desafío ético e histórico. Consolidar un puente académico, de investigación y extensión permitirá jerarquizar los títulos técnicos y fortalecer su impacto en el desarrollo del país”.
La educación técnica no es un elemento aislado; forma parte de la competitividad sistémica de los territorios. Es imprescindible que los Estados diseñen y evalúen políticas públicas con indicadores claros, que impulsen la transformación social y productiva desde la formación.
Solo con una educación técnica robusta y visionaria podremos garantizar un futuro productivo y competitivo.