Soberanía tecnológica para nuestra patria.

Ciclo 54° Aniversario de la UNRC - Facultad de Ingeniería. “Formamos profesionales con solidez técnica y sensibilidad social”. Dialogamos en exclusica con el Dr. Pablo Martín de la Barrera, decano de la Facultad de Ingeniería.

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GloCal

“Formamos profesionales con solidez técnica y sensibilidad social”. En el marco del ciclo por el 54° aniversario de la UNRC, GloCal dialoga con el Dr. Pablo Martín de la Barrera, decano de la Facultad de Ingeniería. Con una inserción laboral del 95%, patentes en vehículos eléctricos y convenios con empresas como INVAP y Bio4, la Facultad se consolida como un puente entre conocimiento, territorio y desarrollo productivo. Ciencia aplicada, compromiso comunitario y soberanía tecnológica para nuestra patria.

¿Cuáles han sido los aspectos más significativos de su trayectoria profesional y cómo influyen en su visión institucional?

Soy Pablo Martín de la Barrera, Doctor en Control de Sistemas por la Universidad Nacional del Sur y Magíster e Ingeniero Electricista por la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC). Mi trayectoria se ha centrado en tres pilares: la docencia, la investigación aplicada y la vinculación tecnológica con el sector productivo.

Como investigador, me he especializado en el diagnóstico de fallas en máquinas eléctricas y en accionamientos eléctricos con aplicación a las energías renovables, temas en los que he publicado más de 100 artículos científicos en revistas y congresos nacionales e internacionales. He tenido la posibilidad de realizar estancias en Alemania, en la Universidad de Magdeburg y Darmstadt, colaborando con equipos pioneros en estas áreas. Estos intercambios no solo han enriquecido mi trabajo científico, sino que también me permitieron tejer redes para proyectos científicos y académicos binacionales, como el actual doctorado en ingeniería para energías renovables que estamos diseñando y coordinando con esa universidad.

Actualmente se encuentran diseñando y coordinando un doctorado binacional en energías renovables con Universidad de Magdeburg y Darmstadt.

En transferencia tecnológica, he participado de proyectos con impacto concreto, desde desarrollos para vehículos eléctricos hasta sistemas de monitoreo para generación eólica, muchos de ellos en colaboración con empresas e instituciones como INVAP o el Ministerio de Ciencia de Córdoba. Me apasiona transformar el conocimiento académico en soluciones para la industria, algo que hoy impulsamos desde la Facultad con laboratorios altamente especializados y convenios público-privados.

Como Decano de la Facultad de Ingeniería de la UNRC, trabajo para fortalecer ese vínculo entre la universidad y el territorio, promoviendo carreras alineadas con las demandas tecnológicas actuales y proyectos que vinculan a nuestros estudiantes con desafíos reales del sector productivo.

En lo personal, valoro especialmente el reconocimiento internacional a mi trabajo, pero sobre todo la posibilidad de contribuir, desde la ingeniería, a un desarrollo local con proyección global. Cada logro, ya sea un paper citado, un prototipo implementado, refuerza mi convicción de que la universidad pública debe ser un motor de transformación con bases científicas y compromiso social.

¿Cuál es el perfil actual de la Facultad de Ingeniería en términos de carreras, investigación y vinculación?

Desde la Facultad de Ingeniería de la UNRC, hemos construido a lo largo de los años un proyecto académico que combina excelencia formativa, investigación aplicada y vinculación tecnológica. Actualmente ofrecemos cinco carreras de grado: Ingeniería Química, Mecánica, en Energía Electricista, en Telecomunicaciones y en Energías Renovables, además del Doctorado en Ciencias de la Ingeniería. Formamos a más de 1200 estudiantes con una tasa de inserción laboral que supera el 95% en el primer año.

En investigación, contamos con 20 grupos consolidados que desarrollan proyectos en áreas estratégicas como generación de energías sustentables, industria 4.0, materiales avanzados, vehículos eléctricos, sistemas eléctricos de potencia, entre muchos otros. Solo en el último año, nuestros investigadores publicaron aproximadamente 40 artículos en revistas indexadas y presentaron 5 desarrollos tecnológicos patentables. Un ejemplo concreto de hace un mes tiene que ver con una patente aprobada relacionada a la invención de una placa electrónica con un diseño específico para pequeños vehículos eléctricos y un procedimiento, que consiste en el algoritmo que le da funcionalidad al controlador de dicha placa.

Solo en el último año, nuestros investigadores publicaron aproximadamente 40 artículos en revistas indexadas y presentaron 5 desarrollos tecnológicos patentables.

La vinculación con el sector productivo es clave: mantenemos convenios activos con empresas como INVAP, Scania y Bio4, además de programas de asistencia técnica para PyMEs locales. También mantenemos activos algunos proyectos de extensión que impactan directamente en el territorio.

Estos números reflejan nuestro compromiso de ser un puente entre el conocimiento académico y las necesidades reales de la sociedad y la industria, siempre con mirada local y proyección global.

¿Cómo articula la Facultad de Ingeniería con las problemáticas sociales del territorio regional?

En la Facultad de Ingeniería entendemos que nuestro rol va más allá de las aulas, somos un actor clave en el desarrollo regional. En concreto, articulamos con el territorio a través de tres ejes:

Soluciones técnicas para problemas sociales: por ejemplo, con proyectos de extensión donde nuestros estudiantes y docentes diseñan sistemas de energía renovable para escuelas rurales o mejoran procesos productivos de PyMEs locales.

Alianzas estratégicas: trabajamos con municipios, cooperativas y empresas para llevar innovación a distintos procesos, como el programa que implementamos para optimizar el consumo energético en industrias de la región o la colaboración en distintos proyectos de energías renovables.

Formación con impacto: incentivamos que los trabajos finales de nuestros estudiantes aborden desafíos reales del territorio, desde saneamiento básico hasta automatización de procesos de pequeños productores de la región.

Creemos que el mensaje es claro: la ingeniería debe servir para transformar realidades. Y eso intentamos, convertir conocimiento en acciones concretas que mejoren la calidad de vida de nuestra comunidad.

¿Qué estrategias implementan para vincular la producción académica con el desarrollo comunitario y global?

Vinculamos la producción académica con el desarrollo comunitario y global a través de acciones claves:

Con el desarrollo de proyectos con impacto local, como las soluciones de energía renovable que desarrollamos para distintas localidades y PyMEs de la región, donde estudiantes y docentes trabajan en problemas reales.

Promovemos alianzas estratégicas y colaboramos con empresas e instituciones para transferir conocimiento, como los convenios con INVAP y la cooperativa CEMDO de Villa Dolores.

Próximamente lanzaremos la Feria de Vinculación: “Innovación Colectiva”, para conectar a nuestros estudiantes e investigadores directamente con las empresas de la región, facilitando pasantías, proyectos conjuntos y transferencia de innovaciones.

La meta es clara: que cada avance en nuestros laboratorios se traduzca en desarrollo concreto para la comunidad.

En un contexto de cuestionamiento a lo público, ¿cómo gestionan las tensiones internas y externas?

En el actual escenario de cuestionamientos a las instituciones públicas, nuestra Facultad ha emprendido procesos de renovación institucional para fortalecer la transparencia y el impacto social de nuestras acciones. Ante las tensiones generadas por casos aislados bajo investigación judicial y desafíos presupuestarios, respondemos con medidas concretas: trabajar en el diseño de nuevos protocolos de transparencia, la creación de comisiones de auditoría participativas y el refuerzo de criterios éticos en todos nuestros convenios y proyectos de vinculación.

Estas acciones reflejan nuestro modelo de universidad pública: innovadora en sus métodos, profundamente arraigada a las necesidades del territorio e inquebrantable en sus principios éticos. Gestionamos las adversidades mediante el trabajo colectivo, la rendición de cuentas y resultados tangibles que refuercen nuestros valores sociales. Así transformamos los desafíos en oportunidades para consolidar una gestión donde la excelencia académica y el compromiso comunitario se potencian mutuamente, fortaleciendo el rol estratégico de la universidad pública como motor del desarrollo nacional.

¿Qué perfil de universidad sueñan construir en los próximos años?

La universidad que soñamos para los próximos años, y que hoy estamos construyendo, será un espacio donde se encuentren la excelencia académica, la innovación tecnológica y un profundo compromiso social. Visualizamos una institución generadora de docentes investigadores de primer nivel, cuyos saberes alimenten las aulas para formar profesionales altamente calificados, con solidez técnica y sensibilidad ante las problemáticas sociales.

Esta universidad del futuro reforzará día a día su rol como motor científico-tecnológico del desarrollo nacional, estableciendo redes estratégicas con el sector productivo para transferir efectivamente el conocimiento generado en nuestros laboratorios. Aspiramos a que cada investigación, cada proyecto de extensión y cada convenio con empresas concluyan en soluciones concretas para los desafíos de nuestra región y el país.

Será una universidad profundamente arraigada en su territorio pero con mirada global, donde la calidad educativa se mida no sólo por indicadores académicos sino por su capacidad de transformar realidades. Un espacio que combine rigor científico con compromiso social, formando profesionales que no sólo dominen las últimas tecnologías sino que las pongan al servicio del desarrollo productivo con justicia social. Esta es la universidad pública que construimos día a día, faro de conocimiento, innovación y soberanía tecnológica para nuestra patria.