Un país, muchas Argentinas

El nuevo informe de Fundar muestra un país fragmentado en su complejidad productiva. Las provincias avanzan en direcciones distintas, y sin políticas activas el futuro profundizará las asimetrías. Buenos Aires, sola, lidera un mapa que urge repensar.

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Pezzarini, L., Gutman, M., Feole, M. y Luvini, P.

La Argentina no tiene una sola economía. Esa es una de las conclusiones centrales que deja el informe “Complejidad Económica Subnacional” elaborado por Fundar. A partir del análisis de las exportaciones de cada provincia, el estudio traza un mapa productivo con profundas asimetrías estructurales y un dato alarmante: en la última década el país no sólo no avanzó, sino que retrocedió en complejidad.

Productividad concentrada

El 73% del Producto Bruto Interno nacional se genera en apenas cinco provincias de la región Pampeana: Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza y San Luis. Esa misma región concentra el 80% de los establecimientos industriales y el 75% del empleo privado registrado. En contraste, provincias del Norte y la Patagonia exportan casi exclusivamente bienes primarios, con canastas poco diversificadas y baja capacidad de transformación.

Complejidad en declive

Entre 2011 y 2019, Argentina perdió competitividad en 39 productos de alta complejidad, especialmente en sectores como maquinaria, químicos y vehículos. Este retroceso afectó el Índice de Complejidad Económica (ICE), que bajó del puesto 53 al 66 a nivel mundial. Sólo Buenos Aires, San Luis, Córdoba, Mendoza y Santa Fe muestran un ICE superior al promedio global.

Un futuro estrecho sin política pública

El segundo indicador clave, el Índice de Potencial de Complejidad Futura (COI), muestra que ninguna provincia —salvo Buenos Aires— tiene chances espontáneas de diversificar su matriz productiva hacia sectores más sofisticados. La mayoría se encuentra en lo que Fundar llama “cuadrante de apuestas estratégicas”: territorios atrapados en estructuras que no habilitan saltos tecnológicos sin intervención estatal decidida.

¿Y ahora qué?

El informe sugiere que las capacidades productivas se difunden geográficamente, pero requieren proximidad con regiones más desarrolladas. Sin una estrategia nacional que active la reconversión productiva en provincias rezagadas, Argentina corre el riesgo de consolidar un modelo dual, con polos dinámicos aislados en un mar de subdesarrollo.

La complejidad económica no es una metáfora. Es una brújula concreta para guiar la política industrial del siglo XXI. Y hoy, marca un rumbo que interpela.

Fuente:
Pezzarini, L., Gutman, M., Feole, M. y Luvini, P. (2024).
Informe de la Complejidad Económica Subnacional: Una primera aproximación a las provincias argentinas. Fundar.