Una red para el desarrollo
Municipio, industrias, universidades y entidades del campo sellaron un compromiso común para impulsar producción, formación y tecnología desde Río Cuarto hacia el país.
INDUSTRIA
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La noche del 30 de mayo, Río Cuarto encendió una señal potente. Bajo las luces cálidas del evento Marca de Origen, más de 200 protagonistas del entramado productivo y social se reunieron no solo para celebrar, sino para construir. El momento más simbólico fue la firma del Convenio Marco de Cooperación entre la Municipalidad y la Cámara de Industriales Metalúrgicos (CIM), un acuerdo que marca el inicio de una red de trabajo orientada a transformar el sur cordobés en un nodo estratégico de desarrollo industrial, innovación tecnológica y formación de talento local.
El intendente Guillermo De Rivas y el presidente de la CIM, Ezequiel Podversic, sellaron un compromiso con impacto concreto: articular políticas públicas, centros tecnológicos y programas de capacitación para mandos medios, empresarios y operarios. “Este convenio con el municipio quiere profundizar territorialmente la valiosa experiencia de la Red de Centros Tecnológicos de ADIMRA y la oferta formativa con que cuenta el IAEA”, sostuvo Podversic, marcando el rumbo.
La firma fue acompañada por Elio Del Re, presidente de ADIMRA, quien viajó especialmente para respaldar esta iniciativa. Su mensaje fue claro y emotivo: “Vemos cómo crece y se consolida el proyecto de la CIM, y estamos muy contentos de apoyar ese trabajo junto a cada empresa metalúrgica del interior del interior.”
Pero la red que se tejió en Marca de Origen fue aún más amplia. Estuvieron presentes el intendente de Santa Catalina – Gran Río Cuarto, Maximiliano Rossetto; el secretario de Desarrollo Económico, Esteban Carranza; el referente de ADIMRA Joven, Juan Pablo Solís; Emilio Echegorry de CIM Córdoba Capital; Iván Safadi del CECIS; Heraldo Moyetta de la Sociedad Rural de Río Cuarto; y Marta Dardanelli de la Universidad Nacional de Río Cuarto. Todos, distintos eslabones de una misma visión.
Esa noche no se trató solo de una gala. Fue un mensaje de unidad. Una red de confianza. Un acto de fe en lo que puede surgir cuando el trabajo, la política, la industria y el conocimiento se encuentran en un mismo lugar y miran juntos hacia adelante. Desde Río Cuarto, Marca de Origen empieza a marcar un nuevo mapa.





