Utrera en el Foro Industrial

En el Foro Industria, Estado y Sociedad realizado en Río Cuarto, Ricardo Gianni entrevistó a Gastón Utrera, director del Centro de Estudios para la Producción Metalúrgica. La conversación giró en torno a la reforma laboral, la innovación y el rol de las cámaras empresarias.

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Entrevista a Gastón Utrera, director del Centro de Estudios para la Producción Metalúrgica de la CIMCC

Ricardo Gianni: ¿Se puede hacer una reforma laboral sin tocar los derechos de los trabajadores?

Gastón Utrera: Sí, y debemos hacerlo de esa manera. La lógica es tener un marco normativo que nos permita ser competitivos en los distintos procesos productivos, en beneficio tanto de los trabajadores como de los empresarios. El secreto del desarrollo económico no está en un dólar alto y salarios bajos, sino en lograr salarios altos con alta productividad. Para eso necesitamos una normativa laboral adecuada. Además, la reforma debe evitar tocar intereses sindicales que puedan bloquearla. Debemos ser inteligentes: primero avanzar en lo posible y, cuando llegue el momento, redefinir otras cuestiones.

R.G.: ¿Cómo surge esta propuesta y el cambio de rol de la gremial empresaria?

G.U.: Hace tiempo impulso un cambio de roles: dejar de ser meros testigos que llevan problemas al sector público y esperar soluciones, para pasar a ser propositivos. Es decir, estudiar problemas con precisión, elaborar alternativas, analizar la lógica política y hacer propuestas concretas. La Cámara de Industriales Metalúrgicos y de Componentes de Córdoba entendió esto. Desde el año pasado, con la conducción de Gustavo Del Boca, creamos el Centro de Estudios para la Producción Metalúrgica y pusimos énfasis en la reforma laboral, porque es la primera que tiene chances reales de avanzar.

R.G.: Uno de los temas fuertes de tus columnas es la litigiosidad. ¿Cómo se resuelve?

G.U.: No alcanza con decir “hay que bajarla”. Debemos identificar problemas concretos. Muchas veces la litigiosidad surge de textos legales mal redactados, ambiguos o incompletos. Eso hay que corregirlo con artículos precisos. Por ejemplo, en la Ley de Riesgos del Trabajo el baremo de incapacidades fijaba rangos amplios. Eso abre la puerta a juicios. La propuesta es que cada lesión tenga un valor técnico exacto, definido por un comité técnico y no corporativo. Así reducimos discrecionalidad judicial.

R.G.: También hablaste de innovación. ¿Cómo se vincula?

G.U.: Un caso claro es el artículo 66 de la Ley de Contrato de Trabajo. Está redactado de forma ambigua y permite que un trabajador se considere despedido si se le cambia la máquina o la sección. Eso limita la innovación. Proponemos modificarlo para que se definan con claridad qué cambios puede hacer el empleador en el marco de la innovación, sin afectar derechos. Si se vulneran esos límites, el trabajador conserva su derecho a la indemnización.

R.G.: Como economista, ¿qué impacto tiene este trabajo en la competitividad?

G.U.: Es un enfoque transformador. Los industriales, incluso las pymes, ven que pueden incidir “portones afuera”, no solo dentro de sus fábricas. Las propuestas surgen de sus problemas concretos y ya hemos logrado resultados: desde frenar proyectos de impuestos hasta modificar regímenes que perjudicaban a las pymes. El Centro de Estudios se convierte así en una herramienta para que las pymes incidan sobre la realidad y construyan juntos lo que solos no podrían.